jueves, 31 de enero de 2013

Cata de palabras

Joderme —repite Micky saboreando la palabra entre dientes. 
Es la palabra exacta; le gusta ese sabor intenso y amargo, pero no sabe si puede permitírsela. Lo intenta con otras: quizá fastidiarme, pero la encuentra sosa y desabrida; importunarme deja en el paladar un regusto rancio y ñoño; jeringarme es potente, aunque con un matiz vulgar que no le convence. 
—Entrégala ya, poeta— dice el director. Quiere saber, por escrito, por qué le contestó inútil a la de lengua cuando le pidió un adjetivo que la definiera.
La respuesta es concisa: — Porque lo preguntó para joderme.


Relato enviado hace un año, en enero de 2012, al concurso de Relatos en Cadena de La Ventana en La Cadena SER
Cada semana la frase de inicio es la última frase del texto ganador de la semana anterior y la extensión de los microrrelatos no puede superar las cien palabras, sin incluir la frase de inicio. En negrita, la frase de inicio obligatoria, del micro ganador de Jesús Esnaola.

Ilustración de Inma Alonso de la Torre

13 comentarios:

  1. Es muy bueno, recuerdo la frase de inicio..Y a pesar de tener un año está completamente de actualidad...
    La ilustración muy apropiada, me gusta.

    Besicos,amiga

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    1. El tema de los adolescentes en las aulas daría para muchos micros, seguro. Me alegro de que te guste, Carmen.
      Un abrazo

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  2. A veces se encuentra rápido la palabra exacta (inútil), otras se nos enquista dentro.
    Un abrazo.

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    1. Otras veces hay que saborearlas despacio, como un buen vino, hasta dar con la que necesitamos.
      Gracias por tu comentario.
      Un abrazo

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  3. Me alegra que lo hays traído hasta aquí, Nieves, porque es un micro muy bueno. Me gusta mucho el enfoque tanto como la historia que le arrancas a la frase de Jesus.

    Un abrazo.

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    1. Lo tenía medio perdido. Buscando en el blog de Laura el micro del que salió Micky, me dí cuenta de que era de Jesús Esnaola, al que entonces no conocía.
      Me pareció interesante hacer una cata de palabras para escogerlas, como si fueran de vino.
      Un abrazo

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  4. Con propiedad, nada como hablar con propiedad. Muy buen razonamiento. Me gusta tu relato reflexivo... El humor y la realidad van tan unidos, que, a veces, uno enmascara o hace viable a la otra.
    Muy bueno.

    Besossss

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    1. Gracias por tu visita, Amparo, a veces para hablar con propiedad no hay nada mejor que un taco.
      Un abrazo

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  5. Es bueno recuperar para tus amigos los relatos. Personalmente me ha llamado la atención la solución que has dado. Je, je, pobre profesora de lengua, con un alumno así es mejor darle por aprobado y liberar compromiso. Además, este chaval será cocinero en el futuro, qué matices encuentra en las palabras. Muy divertido. En resumen, ma'gustao.
    Por cierto, no me he criado en Asturias pero no me hubiera importado. Lo que si te pido es que nos pases a los Montes de Toledo alguna pradera y un trocito de mar, ya sabes, para las "Vacaguas".

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    1. Esto es gracias a Fernando que nos hace rebuscar entre los despojos. Me alegro de que te guste. Y lo de la pradera y el trozo de mar,no faltaba más, dalo por hecho.
      Un abrazo

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  6. Hola Nieves, ¿te ocurre cuando rescatasa textos que te precen "ajenos"?.... jooo....a mí me pasa con algunos y estoy preocupada, ¿tendré doble o triple personalidad y yo sin enterarme?.

    Bueno que me ha gustado este enfoque que le diste a la frase de Jesús, y sobre todo me gusta porque me hace sonreir. Hablar con propiedad es un don de unos pocos. ;)

    Besos Nieves.

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    1. Precisamente esta semana hablaba de esto con Marga, una de mis ilustradoras, y coincidíamos en que en el momento en que lo terminas, el texto o el dibujo, ya parece mentira que sea tuyo y cuanto más tiempo pasa, más ajeno se vuelve. Ya ves que no eres la única.
      Me enteré de que era de Jesús porque fui a tu blog a documentarme, por aquel entonces no lo conocía, tu blog es el camino más rápido para encontrar información sobre el concurso.
      Muchas gracias, Laura.
      Un abrazo

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  7. Es que cuando una palabra encaja, no hay otra que quede igual. Ese niño, seguramente, abrirá un blog un día.

    Un abrazo

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